Costa Rica pasa momentos difíciles. Se suman a los ya conocidos problemas fiscales, las graves distorsiones políticas, económicas y sociales.
Preservar la paz social, exige una nueva actitud para gobernar.
Se requiere gobernar con Probidad:
Para que desde la virtud de la bondad y rectitud de ánimo, exista eficiencia y honradez en la función pública.
Se requiere gobernar con Prudencia:
Para que no exista decisión apresurada que a falta de estudio, análisis y controles confiables, le hagan perder al pueblo y al Estado, miles de millones de colones que se producen con esfuerzo y sudor.
Se requiere gobernar con Perseverancia y tenacidad:
Para que nada ni nadie desvíe la decisión de alcanzar el objetivo de que el costarricense recobre la confianza, de que vuelva a creer en la democracia y en las instituciones del Estado.
Y se requiere gobernar con Justicia:
Para que la impunidad no sea el látigo que lastime ai que tiene sed de ella y exacerbe el espíritu del pueblo costarricense.
La rebeldía viene de aquellos que comían todos los días pero hoy no lo hacen. El 20% de nuestros hermanos no tienen garantizado este derecho fundamental. El 62% de la población no puede gozar de la plenitud de las garantías sociales.
La realidad clara y cruda debe ser el punto de partida, para que el ejercicio de la razón y el sentido común se conviertan en una estrategia permanente, que nos permita entender mejor nuestros problemas y desafíos. Esto es indispensable para crear soluciones innovadoras, nacidas de un pensamiento renovado que genere condiciones para las oportunidades. Es urgente un liderazgo comprobado y auténtico, con la energía que da la valentía, para sacar adelante a Costa Rica.
Tengo la firme convicción y la esperanza de que las cosas puedan cambiar para bien. Somos una generación comprometida con el cambio, y así lo hemos demostrado en la Alcaldía de La Unión. Asumiremos esta nueva responsabilidad con dedicación y lealtad a un pueblo que merece ser respetado.
Este es el mandato de los tiempos. Es el mandato del Pueblo. Es el mandato de Dios.
«Somos una generación comprometida con el cambio, y así lo hemos demostrado en la Alcaldía de La Unión. Asumiremos esta nueva responsabilidad con dedicación y lealtad a un pueblo que merece ser respetado»
Julio Rojas Astorga
